Al limite mi corazón
solo desesperación y miedo
dudo de si he perdido la razón.
De ese ángel es la culpa
que su sonrisa me deja ciego
y mi camino ver no puedo.
Bella y dulce sirena
me salvaste del vasto océano
para quemarme con tu cálida presencia
perdiéndome en tu esencia.
Siempre siendo un naufrago
sin rumbo; solo demencia
Sirena, ángel, que más da
nunca está a mi alcance
por mucho que la ame
por mucho que duela
El deseo me alimenta
El deseo mi corazón no llena
Pero sin el deseo, mi alma el vacío.
Las flores como las personas son hermosas
Las rosas bellas, pero sus espinas peligrosas
Los cactus fuertes y valientes, pero solitarios
son los guerreros valerosos que batallan como sicarios
Las hiedras pequeñas nacen, pero trepan hacia el cielo
como un bebé que sueña con levantarse del suelo
Hay personas como el agua
Las leonas a sus hijos alimentan
Tan solo somos imitaciones de la naturaleza
bellamente, puras y claras
Hay de fuego
peligrosamente, ardientes y valientes
Hay del océano, que rugen y golpean las rocas
y las brasas, que queman si las tocas
Hay niños como el aire, libres y despreocupados
y adultos por la avaricia encadenados
las madres a sus hijos contentan, o eso intentan
escorpiones, pequeños y mortales
nosotros, los más vulnerables
peces que gozan de ignorancia
personas que pecan de arrogancia
y nosotros la estamos destruyendo
ella posee la verdadera belleza
hacia el caos estamos yendo