Esta noche ha muerto una inocente niña y nadie sabe porque, no hay
motivo, simplemente es otra víctima de este podrido vertedero. No ha
quedado nada de ella; hoy los perros se han dado un festín y su dueño ha
disfrutado de un espectáculo como si de un coliseo romano se tratara.
Despojado de toda humanidad para sobrevivir en este mundo de ratas,
un justiciero que ha visto la cara más humana del mundo, la más oscura y
asquerosa decide abandonar su rostro y luchar por la verdad, la
justicia y la vida. Hoy ha muerto una niña, unos pocos sabuesos y una
bestia asesina ha recibido su castigo, pero ha nacido un vigilante.
En un páramo helado y frío como la muerte, un vigilante ha
desaparecido por ser fiel a sus principios, por la verdad, y a nadie
parece importarle. Todos viven felices en una mentira llamada paz y de
la verdad sólo quedan unas hojas bañadas en tinta
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